Exposición

Transforme

Tawan Wattuya
13
Mayo
2024
-
12
Junio
2024
Lunes
13
Mayo
2024
à
18:30
Intermondes
A través del prisma de sus orígenes budistas, tailandeses y asiáticos, así como de sus viajes a países como Japón, Taiwán, Estados Unidos, Georgia y Francia, sus diversos encuentros y sus eclécticas lecturas, Wattuya ha acumulado una gran experiencia que se refleja en el sincretismo presente en sus obras, donde la iconografía animista, budista y cristiana se mezcla con personajes de manga y videojuegos. En este sentido, su enfoque sigue siendo decididamente contemporáneo, ya que no da ninguna preferencia particular a sus fuentes de inspiración; todas emanan de su vida cotidiana. Desde hace muchos años, Tawan Wattuya cuestiona la esencia de la condición humana a través de sus creaciones artísticas, utilizando el antropomorfismo y el antropopatía. Su pensamiento no se limita únicamente a la humanidad, sino que explora también los intercambios que tienen lugar entre los seres humanos y los animales, incluidas las criaturas imaginarias y legendarias, ofreciendo un estudio de las interacciones entre lo humano y lo no humano. Considerar las críticas del filósofo Bruno Latour sobre este tema, o analizar las obras de Wattuya a la luz de los cuatro criterios ontológicos establecidos por el antropólogo Philippe Descola, sería un enfoque pertinente para comprender mejor la forma en que el artista representa esta interacción en su planteamiento artístico. En la mayoría de sus acuarelas, Wattuya opta por representar una sola figura, situada en el centro de la hoja, sin fondo. Aunque el artista Sanam Khatibi explora un tema similar con criaturas monstruosas, su enfoque se distingue por el uso predominante del fondo, que da vida a paisajes cautivadores, invitando a nuestra imaginación a evadirse en atmósferas singulares. Wattuya, por su parte, opta por un enfoque diametralmente opuesto, destacando la práctica de Franz Kline, quien creía que la pintura no se limitaba a la aplicación del color, sino también a los espacios que se dejaban en blanco en el lienzo. Para Wattuya, esta elección del fondo blanco le permite descontextualizar sus figuras, permitiendo al espectador concentrarse exclusivamente en el personaje representado y en los detalles que lo componen. Así, en lugar de estar condicionado por la atmósfera de un fondo, el espectador puede crearla según sus propios sentimientos y experiencia. En un momento en que la modernidad parece aspirar al progreso moral, científico y artístico, Wattuya utiliza criaturas monstruosas o terroríficas para evocar nuestros impulsos e instintos, revelando no una reliquia lejana de la bestia enterrada en nuestro interior, sino la esencia misma de la naturaleza humana. Este enfoque no es ni pesimista ni optimista, sino más bien un realismo lúcido que reconoce nuestra capacidad para manifestar tanto lo mejor como lo peor. Artistas como Luc Tuymans o Wilhelm Sasnal han optado por representar momentos trágicos de la historia mundial a través de retratos o paisajes que evocan el nazismo o los movimientos independentistas anticoloniales, con el objetivo de recordarnos ese pasado reciente que es vital no dejar que se hunda en el olvido. En la obra de Wattuya, las criaturas híbridas, verdaderas quimeras de los tiempos modernos, adquieren a la vez una dimensión alegórica y metafórica. Así, aunque puedan parecer enigmáticas al espectador, su significado va mucho más allá de un simple simbolismo original. Al contrario, estos seres reflejan en realidad un contexto contemporáneo marcado por la multiplicación de los conflictos y el auge de las ideas extremas en todo el mundo. Al adoptar este enfoque, Wattuya se aleja de la visión romántica del artista para expresar sus sentimientos cotidianos, los que comparte con todos y cada uno de nosotros, utilizando sus acuarelas como medio para interactuar con la sociedad. Sébastien Tayac Profesor asistente, Universidad de Chiang Mai (Tailandia)